OBESIDAD INFANTIL


¿QUÉ ES LA OBESIDAD ? CAUSAS Y CONSECUENCIAS.

Según la OMS, la obesidad es una enfermedad crónica que se caracteriza por el exceso de grasa en el organismo y se presenta cuando el índice de masa corporal (IMC) en el adulto es mayor de 30 kg/m². En cambio un niño se considera que es obeso cuando su peso sobrepasa el 20% de su peso ideal.

Otras fuentes definen la obesidad como una enfermedad crónica, compleja y multifactorial, que suele iniciarse en la infancia y la adolescencia y que tiene su origen en una interacción genética y ambiental.

Según los especialistas, los cambios alimentarios y las nuevas formas de vida que conllevan el sedentarismo son las principales causas desencadenantes del aumento de la obesidad en la población infantil, aunque no son las únicas causas. Entre otros factores que intervienen en la obesidad infantil se encuentran los factores hereditarios, los hormonales, los psicosociales y los ambientales.

Estos cambios conductuales que conllevan el aumento de los casos de los niños con obesidad infantil se deben en parte a los cambios demográficos y culturales de nuestra sociedad: los horarios laborales de los padres, el incremento de las familias monoparentales, la reducción del número de hermanos, etc. han afectado el comportamiento de las familias y por lo tanto de los niños en múltiples aspectos, incluidos el comportamiento alimentario y la actividad física. Estos cambios culturales suponen a menudo seguir unos malos hábitos de salud que predisponen a la aparición de la obesidad a edades tempranas

La obesidad infantil tiene repercusiones importantes sobre la calidad de vida del niño

La obesidad es una enfermedad que se considera como un factor de riesgo para enfermedades crónicas como la diabetes, enfermedades cardíacas, hipertensión arterial, el ictus, problemas ortopédicos y algunos tipos de cáncer.

Además de la predisposición que conlleva la obesidad a padecer otras enfermedades, la obesidad implica una serie de síntomas fisiológicos entre los que destacan la dificultad para respirar, el ahogo, las interferencias en el sueño, la somnolencia, los problemas ortopédicos, los trastornos cutáneos, la transpiración excesiva, la hinchazón de los pies y los tobillos y los trastornos menstruales en las mujeres.

A todos estos trastornos físicos hay que sumarles los problemas psicológicos provocados por la discriminación social y las dificultades para relacionarse con los demás.

En la infancia sobretodo, el efecto de ser obeso puede convertirse en un gran problema para el niño debido a la baja autoestima, los bajos resultados en el colegio, la introversión, a menudo seguida de rechazo social, etc.

Existe un consenso internacional en considerar que la obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI. Se calcula que aproximadamente el 10% de los niños en edad escolar (niños entre 5 y 17 años) del mundo tiene exceso de grasa corporal y una cuarta parte de ellos son obesos.

Según un informe de la IOTF publicado en el 2005, 1 de cada 5 niños en Europa tiene sobrepeso o es obeso, y cada año el número de jóvenes europeos con exceso de peso aumenta en 400.000 casos (un 2% anual). Actualmente se estima que en Europa hay 14 millones de niños con sobrepeso y 3 millones son obesos según la IOTF.


Hábitos de conducta que favorecen la obesidad infantil

Paralelamente a los estudios epidemiológicos, se han realizado estudios sobre cuáles son los hábitos respecto la actividad física y los hábitos alimentarios de los niños españoles para conocer los factores que influyen en el aumento de la prevalencia del exceso de peso.

El Programa PERSEO (Programa piloto escolar de referencia para la salud y el ejercicio contra la obesidad) - impulsado por los Ministerios de Sanidad y Consumo y de Educación, Política Social y Deporte junto con las Consejerías de Sanidad y Educación de 6 Comunidades Autónomas - tiene el objetivo de promover hábitos de vida saludable entre los alumnos con una implicación por parte de los familiares y actuando simultáneamente sobre el comedor y el entorno escolar para facilitar la elección de las opciones más sanas.

Actividad física:

En cuanto a la actividad física, el 13% de los alumnos participantes han manifestado que nunca realiza ninguna actividad física y que el 9,8% lo hace solo una hora al día. Es decir, cerca de 1 de cada 4 escolares no practica actividades deportivas de manera habitual o lo hace con una dedicación inferior a una hora cada semana. Cabe destacar que un 38% de los escolares sólo participa en actividades deportivas vinculadas al colegio.

Respecto a aquellas actividades que conllevan a promover el sedentarismo, el Programa PERSEO constata que el 33% de los niños dedica 3 horas cada día a ver televisión y un 29% le dedica 2 horas al día.

Hábitos alimentarios:

Cualitativamente, el consumo de alimentos de origen animal, como carnes y embutidos, y productos manufacturados ha aumentado, y se ha reducido la cantidad de frutas, verduras y cereales que forman parte de la dieta mediterránea, de manera que la población opta por una dieta rica en proteínas y grasas de origen animal.

Según el Observatorio de la Alimentación, el 82% de los progenitores admiten ser responsables del sobrepeso y la mala alimentación de sus hijos.

Algunos datos que apoyan esta "mala educación alimentaria" son :

  • 1 de cada 3 niños consume bolleria industrial

  • Sólo el 7,5% de los niños españoles toma un desayuno equilibrado

  • 1 de cada 3 niños come lo que quiere

Fuera del ámbito familiar cabe destacar que para un millón y medio de menores el centro escolar también es su comedor diario de lunes a viernes.

Un estudio realizado en el 2008 constataba que el 17% de los colegios no ofrecen verduras y hortalizas como mínimo un día a la semana y los alumnos de un 10% de los 211 colegios ni siquiera toman un plato de pescado fresco a la semana como mínimo.


COMO ACTUAR FRENTE A LA OBESIDAD INFANTIL.


Para frenar la epidemia de obesidad infantil es necesario un compromiso político sostenido y la colaboración de muchas partes interesadas, tanto públicas como privadas. Los gobiernos, las asociaciones internacionales, la sociedad civil, las ONGs y el sector privado tienen un papel fundamental en la creación de entornos saludables y de condiciones de asequibilidad y accesibilidad de opciones dietéticas más saludables para niños y adolescentes. Asimismo la familia y el entorno escolar son los eslabones más directos hacia los niños para que estos reciban un mensaje adecuado respecto la importancia de seguir una conducta saludable en base al fomento de dietas saludables y actividad física regular.

Concretamente, la OMS define para 5 de estas 6 partes implicadas una serie de recomendaciones para que estas se involucren en la aplicación de la Estrategia Mundial de la OMS sobre régimen alimentario, actividad física y salud con el único objetivo de reducir la obesidad infantil a nivel mundial :

1) Recomendaciones para padres:

Sugerencias para la promoción de una nutrición saludable en el hogar:

Para los lactantes y niños pequeños:

    - Lactancia exclusivamente materna

    - Evitar añadir azúcares y almidones a la leche artificial

    - Aceptar la capacidad del niño para regular su propia ingesta de calorías, en vez de obligarlo a vaciar el plato

    - Garantizar la ingesta de micronutrientes necesaria para fomentar un crecimiento lineal óptimo.

    Para niños y adolescentes:

    - Darles un desayuno saludable antes de acudir a la escuela

    - Darles refrigerios saludables (cereales integrales, hortalizas, frutas)

    - Fomentar la ingesta de alimentos ricos en calorías y pobres en micronutrientes (refrigerios envasados)

    - Reducir la ingesta de bebidas azucaradas

    - Hacer lo posible porque las comidas se hagan en familia

    - Reducir la exposición a las prácticas mercadotécnicas (por ejemplo: reducir el tiempo dedicado a ver la televisión)

    - Enseñar a los niños a resistir la tentación y las estrategias mercadotécnicas

    - Proporcionar información y aptitudes para que puedan elegir opciones alimentarias saludables

    Sugerencias para la promoción de la actividad física en el hogar:

    - Reducir el tiempo de inactividad (televisión, ordenador)

    - Alentar la idea de ir al colegio y a otras actividades sociales a pie o en bicicleta en condiciones de seguridad

    - Integrar la actividad física en las rutinas de la familia, buscando tiempo para hacer paseos en familia o participar juntos en juegos activos

    - Asegurarse de que la actividad sea apropiada para la edad y proporcionar equipo protector

    2) Recomendaciones para escuelas:

    Sugerencias para la promoción de una nutrición saludable en la escuela:

    - Ofrecer una educación sanitaria que ayude a los estudiantes a adquirir conocimientos, actitudes, creencias y aptitudes necesarias para tomar decisiones fundamentadas, tener conductas saludables y crear condiciones propicias para la salud

    - Ofrecer programas alimentarios escolares que incrementen la disponibilidad de alimentos saludables en las escuelas (por ejemplo: desayuno, almuerzo o refrigerios a precios reducidos)

    - Disponer de máquinas expendedoras que solo vendan alimentos saludables, como agua, leche, frutas y verduras, sándwiches y refrigerios con pocas grasas

    - Garantizar que los alimentos servidos en las escuelas cumplan requisitos nutricionales mínimos

    - Ofrecer a los estudiantes y al personal servicios de salud escolar que ayuden a fomentar la salud y el bienestar, así como a prevenir, reducir, seguir, tratar y derivar los problemas de salud o trastornos importantes

    - Usar los jardines de la escuela como instrumento para concienciar a los alumnos sobre el origen de los alimentos

    - Fomentar la participación de los padres.

Sugerencias para la promoción de la actividad física en la escuela:

    -Ofrecer clases diarias de educación física con actividades variadas adaptadas a las necesidades, intereses y capacidades del máximo número de estudiantes

    - Ofrecer actividades extracurriculares: deportes y programas no competitivos

    - Alentar la utilización de medios de transporte no motorizados para acudir a la escuela y a otras actividades sociales

    - Ofrecer acceso a los estudiantes y a la comunidad a instalaciones adecuadas para la práctica de actividades físicas

    - Alentar a los estudiantes, profesores, padres y demás miembros de la comunidad a que realicen actividades físicas



CONCLUSIÓN: 

El número de niños con sobrepeso y obesidad está aumentando en todos los países desarrollados a una velocidad preocupante: actualmente se estima que hay unos 155 millones de niños en edad escolar con exceso de peso. En algunas partes de Europa, sobretodo las del sur, existen prevalencias de sobrepeso que superan el 35%, incluso más que en países históricamente con problemas de obesidad infantil como Estados Unidos. Se calcula que en Europa 1 de cada 5 niños tiene exceso de peso. En España los estudios más recientes muestran que un 9,26% de los niños entre 3 y 12 años sufre obesidad y un 11,22% sobrepeso.

Para entender las causas de estas elevadas tasas de prevalencia se han realizado diferentes estudios con el objetivo de identificar los factores de conducta que influyen en la aparición de la obesidad infantil. De estos estudios se concluye que los niños no realizan suficiente actividad física y por el contrario cada vez dedican más tiempo a actividades sedentarias, como mirar la televisión o jugar a los videojuegos. Asimismo se constata que los niños españoles no duermen las horas necesarias, hecho que predispone a que tengan un exceso de peso.

Respecto la alimentación, recientes estudios demuestran que aunque en las escuelas cada vez se tenga más conciencia sobre la necesidad de fomentar el consumo de una dieta sana y equilibrada, aún son muchos los niños que no siguen una dieta

acorde con sus necesidades fisiológicas. Además, debido a los cambios demográficos, culturales y sociales, muchas familias cada vez dedican menos esfuerzo y menos tiempo a fomentar una cultura de alimentación sana a sus hijos, con lo cual estos no reciben ninguna educación al respecto y como consecuencia su dieta se basa en alimentos ricos en grasas.

Para combatir la obesidad infantil, la OMS aboga por la prevención antes que la curación. Por ello, en su Estrategia Mundial sobre régimen alimentario, actividad física y salud para combatir la obesidad infantil propone una serie de recomendaciones a distintos niveles, des de los padres hasta el papel de los gobiernos y autoridades locales, como modo de actuación para garantizar la prevención de la obesidad infantil.


A modo de resumen, las principales recomendaciones se detallan en 5 puntos:

  1. Aumentar el consumo de frutas, hortalizas, legumbres, cereales integrales y frutos seco

  2. Reducir la ingesta total de grasas y sustituir las saturadas por las instauradas

  3. Reducir la ingesta de azúcares

  4. Mantener la actividad física: un mínimo de 60 minutos diarios de actividad física de intensidad moderada o vigorosa que sea adecuada para la fase de desarrollo y conste de actividades diversas

  5. Para los niños hasta los 10 años de edad se recomienda que duerman 10 horas.

FUENTES : Observatorio Andaluz de la Infancia.

                   Guía Infantil.

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