ALARMÓMETRO

ALIMENTACIÓN


3 meses- 1 año. ¿Qué hacer cuando el bebé no bebe del biberón con ayuda?


Es importante que comprendas que tanto la texturaque ofrece el biberóncomo la técnica de succión que se requiere para usarlo es diferente a lo que ha experimentado tu bebé con tu pecho, por lo que al principio le puede resultar difícil acostumbrarse a toda esta novedad lo que puede hacer que lo rechace.

El pequeño debe comenzar a familiarizarse con el biberón y la tetina antes de usarlos, por eso deja que juegue con ella, que la explore y la muerda, de este modo se sentirá cómodo de ir un poco más allá y succionar. Para el primer contacto lo más conveniente es darle el biberón al final del día, cuando lo hayas alimentado normalmente con tu pecho.

Si ves que con la tetina que le das no logra succionar, cámbiala por una parecida a la que tiene en el chupete. Debido a que con este tipo seguro se sentirá más familiarizado y a gusto, es posible que pruebe a succionar.

A algunos bebés les puede agradar que los alimenten con el biberón en la posición habitual que tenían para tomar pecho, pero a otros los puede confundir e irritar, por eso es bueno probar diferentes posiciones hasta encontrar aquella en la que el niño mame sin problema.

Del mismo modo es fundamental probar darle la leche a distintas temperaturas para encontrar la que más le agrade.

Debes saber que cuando se trata de pasar del pecho al biberón cada pequeño es diferente, por lo tanto debes evitar culpabilizarte, frustrarte o perder la paciencia.

Iniciar la masticación de alimentos no triturados. ¿Qué hacer cuando el niño/a no ha comenzado a masticar los alimentos no triturados? 1-2 años

-Incrementar progresivamente la textura de los purés, para que el niño/a se vaya familiarizando con el masticado pero ni necesitar de masticar.

-Incorporar pequeños trozos de alimentos que se deshagan en la boca, como fideos, fruta cocinada, cereales de desayuno, etc...

-Una vez que se hayan familiarizado con las texturas de los alimentos sólidos, se pueden presentar los alimentos machacados con un tenedor y poco a poco i aumentando el tamaño de los trozos.

-Pasta o arroz blando acompañado con salsa pueden ser ideas para el siguiente paso, una vez que se admite el alimento machacado, suelen ser alimentos bien aceptados por los niños.

2-3 años ¿Qué hacer si el bebe no ha comenzado a utilizar el tenedor?

Al principio puedes dejarles coger la comida con la mano para que ganen autonomía. Después enséñales a usar el tenedor para hacer lo mismo que hacía con la mano. Lo más normal es que al principio el niño/a coja la comida con la mano y la pinche con el tenedor. Es un primer paso. Poco a poco conseguirá pinchar los trozos de alimentos y llevárselos a la boca.

3-4 años. ¿Qué pasa si mi hijo no come por sí solo los alimentos?

La causa a esto puede ser una negación frente a la comida que puede indicar una enfermedad de base o un problema conductual. Cuando se debe a una enfermedad se niega ante toda clase de comida, mientras que si la causa es ambiental o conductual, el rechazo alimentario es selectivo.

¿Qué debemos hacer? Debemos conseguir que la comida se convierta en un momento agradable, en que además de alimentarse adecuadamente podamos disfrutar de un momento de reunión familiar. Todo ello en un ambiente relajado y sin prisas.

Para llamar su atención podemos presentarle los platos de manera atractiva y deben comer juntos con todos los miembros de la familia. Y es que el ambiente influye mucho, ya que el niño ve una buena atmósfera y conseguimos que asocie la comida con algo agradable.

4-5 años. ¿Qué pasa si mi hijo no mastica los alimentos adecuadamente?

Esto provoca que los alimentos al no ser masticados adecuadamente no le debemos tiempo a la saliva de segregar una enzima llamada ptialina, que es la responsable de descomponer los hidratos de carbono, por lo tanto llegarán al aparato digestivo sin dicha enzima, y el cuerpo tendrá que trabajar el doble para poder eliminar todo aquello que no necesita.

El organismo no es capaz de separar bien los nutrientes beneficiosos de las toxinas y esto puede llegar a provocar problemas de desnutrición e intoxicación del cuerpo, además de problemas digestivos, metabolismo lento, aumento de peso.

¿ Qué debemos hacer?

Debemos procurar dejar un espacio entre cada alimento, de modo que puedas tomar el tiempo necesario para masticar adecuadamente. Aunque el alimento no sea pesado, es preciso masticar entre 20 y 50 veces, según el tipo de alimento, el tamaño y su dureza.

Lo ideal es comer en un ambiente tranquilo, silencioso y libre de cualquier distracción.

Si aún así tiene problemas para masticar la comida, una buena idea es cortarla en trozos antes de llevarla a la boca. Al hacerlo así, podrás masticar bien y sin que te lleve tanto tiempo.

5-6 años ¿Qué pasa si mi hijo no usa adecuadamente la cuchara y el tenedor?

Puede que presente dificultades en la coordinación de estos o algún problema en su capacidad motora o en la maduración de su sistema nervioso, puede depender también de diversos factores: genéticos, hormonales, ambientales..etc

¿ Qué debemos hacer?

Usar cubiertos recomendables y adecuados, que en este caso son los de metal, ya que no resultan perjudiciales para el niño como es el caso de los cubiertos de plástico rígido ya que pueden causar distracciones y provocar que los niños muerdan y ingiera algún trozo.

Podemos ayudarle en el proceso de trocear los alimentos y facilitar el manejo de los cubiertos. Este proceso se hace mucho más fácil siempre y cuando los padres, con mucha paciencia y supervisión, acompañen al infante en este proceso. Para ello debemos enseñarles hábitos de:

- Posturas de manos para su uso

-Comer a la misma hora

- No lamer los cubiertos

-Utilizar la mano derecha para el uso del cuchillo y la izquierda para sostener el tenedor.En el caso de ser diestros.

Para esto recomendamos que los padres compartan la hora de la comida con el pequeño y lleven a cabo una práctica adecuada y constante de la manipulación de cubiertos. El pequeño esto observando para repetir posteriormente las mismas acciones.

HIGIENE


Durante el primer año de vida será el adulto quien satisfaga todas las necesidades de aseo e higiene. El primer objetivo en relación con la adquisición de hábitos de aseo e higiene con los más pequeños tiene que ser intentar conseguir que esa situación sea lo más gratificante para ellos.

Poco a poco, en unos casos antes y en otros después los niños y niñas van a empezar a dar muestras de su deseo de colaborar con aquellos en el lavado y la higiene.

0-1 AÑO. ¿QUÉ PASA SI MI HIJO/A NO HA ADQUIRIDO AÚN ESTE HÁBITO ?


Si en el año no colabora aún, puede estar producido porque no se ha empleado suficiente tiempo en la hora del baño para que el bebé explore, disfrute y juegue con los elementos y objetos que se pueden encontrar en su bañera.Si el niño o niña aún no ha adquirido este hábito puede que la hora del baño se convierta el rabieta, muestren desagrado a la hora del aseo .

Para prevenir estos conflictos , deberíamos de actuar haciendo de las actividades de aseo personal en la que ellos puedan colaborar de una manera u otra y actuando positivamente antes la acción colaborativa del niño o niña, mostrando interés porque el niño/a capte que la hora del aseo es un momento relajante y divertido y que su colaboración es gratificante tanto para él como para la persona que lo acompaña en el aseo.

Poco a poco, en unos casos antes y en otros después los niños y niñas van a empezar a dar muestras de su deseo de colaborar con aquellos en el lavado y la higiene. Al final del primer año, muchos niños y niñas participan activamente cuando se les lava estirando las manos, poniendo la cara adoptando posturas favorecedoras de la higiene.


1-2 AÑOS. ¿QUÉ PASA SI MI HIJO/A NO HA ADQUIRIDO AÚN ESTE HÁBITO?


Si su hijo o hija entre 1-2 años aún no ha adquirido el hábito de avisar que quiere ir al baño aunque no llegue a tiempo, deberíamos de hacer la visita al baño de manera lúdica, los niños algunas veces no quieren usar el baño porque les da miedo. Imagínate la taza del baño desde el punto de vista de tu hijo: Es grande, dura, fría, hace ruidos fuertes, y las cosas desaparecen para nunca verlas de nuevo. Para él, la taza del baño es algo que se debe evitar.
Lo mejor que puedes hacer en esta situación es ayudar a tu niño a sentirse cómodo en el baño. Comienza por aclararle que es su propio asientito. Personalízalo escribiendo el nombre de tu pequeño o bien, deja que él mismo lo decore con calcomanías (pegatinas) con sus personajes preferidos.
Déjalo sentarse completamente vestido, lleva su muñeco favorito . Ayúdale a sentirse cómodo con la taza de baño grande o el retrete. Puedes vaciar el popó de su pañal en la taza y dejarlo que le baje o tire de la cadena. Luego observen cómo desaparece el popó. Asegúrale a tu niño que esto es lo que se supone que debe pasar, que va a haber ruidos estruendosos y todo.
Tal vez la falta de voluntad de tu niño para usar la taza del baño es simplemente una manera de decirte que quiere usar los pañales un poco más.

Forzarlo solamente será contraproducente. Si en verdad luce desinteresado en aprender a ir al baño solito, dale un descanso y vigila más adelante las señales que indiquen que está listo.

Si tu niño da todas las señales de que está listo pero todavía no está dispuesto, alguna cosa debe estar previniéndolo de enfocarse en su entrenamiento para ir al baño. Cualquier cambio importante -como empezar una nueva escuela, o cambiarse a una nueva casa-, pueden temporalmente desconcertar al niño /a la llegada de un hermanito/a . Espera hasta que se haya adaptado a una rutina cómoda antes de volver a intentar quitar los pañales.


2-3 AÑOS. ¿QUÉ PASA SI MI HIJO/A NO HA ADQUIRIDO AÚN ESTE HÁBITO?

Lavarse las manos es, con diferencia, la mejor manera de evitar la propagación de gérmenes y de proteger sus hijos de las enfermedades.

Nuestras manos tocan a lo largo del día muchísimos objetos que, a su vez, pasan por las manos de otras personas. Por eso, cuando llegamos a casa nos las lavamos bien para queden limpias e higiénicas. ¿Y qué pasa con los niños? Pues los pequeños tocan más cosas aún, con la diferencia que no son tan cuidadosos y sus manos van del suelo del parque a la boca y de acariciar a la mascota del vecino a las galletas que se comen.

Además de mejorar su higiene, esta rutina les servirá para adquirir nuevas habilidades.

Lavarse las manos es una acción sencilla para nosotros, pero para los más pequeños requiere de cierta destreza, así que mediante este hábito estarán aprendiendo a unir las manos y coordinar sus movimientos para frotarlas juntas. A su vez, aprenden a abrir y cerrar el grifo, una tarea que mejora su motricidad fina y su desarrollo motor.

Mientras sean pequeños, lo haréis vosotros, pero cuando empiecen a hacerse más mayores podéis enseñarles a lavarse las manos ellos solitos.

Para que lavarse las manos, o cualquier otra acción, resulte divertida hay que fomentarla de una manera desenfadada y sin presiones.

Hay muchas formas para motivarles y que lavarse las manos sea muy divertido. Una de las más sencillas es mediante el ejemplo. Si os ven lavaros las manos de manera frecuente, pronto querrán probarlo y hacerlo por sí mismos. ¡Dejadles experimentar y que lo intenten! Otra fórmula es la de hacerlo jugando, bien inventando un ritual o un cuento, algo que les resulte divertido y les motive, para que quieran lavarse las manos. Sea como sea, cuando lo prueben, animadles diciéndoles lo bien que lo han hecho, que ya son mayores y aprenden muy rápido.

Para que les resulte más fácil, existen taburetes antideslizantes que, acercándolos al lavamanos, permitirán a los peques acceder al grifo. También podéis hacer uso de bidé, mucho más accesible para ellos.

Si establecéis unos momentos del día para el lavado de manos, pronto se convertirá en una rutina y os pedirán hacerlo ellos mismos.

3-4 AÑOS.¿QUÉ PASA SI MI HIJO/A AÚN NO VA AL BAÑO SOLO?

Uno de los hábitos que se debe adquirir con esta edad es el control de esfínteres.

Ir al baño solo y ser capaz de hacer pis o caca sin necesidad de pañal es un gran logro para todos los niños y niñas. Sin embargo el momento de dejar el pañal puede ser algo más complicado de lo que parece, y a veces aun habiendo dejado el pañal aparecen complicaciones. En algunas ocasiones el niño/a no quiere ir al baño, lo que puede suponer un dilema para las familias.

No todos los chicos/ as controlan sus necesidades a la misma edad. Muchos lo logran alrededor de los dos años, pero no existen reglas fijas. El margen es amplio. Hasta los cuatro años no puede hablarse de atraso y antes de los cinco no se considera que exista un trastorno (enuresis o encopresis).

Cuando el niño/a no quiere ir al baño puede ser por diferentes causas:

  • Se resiste a cambiar de hábitos y quiere aferrarse a la etapa del pañal.

  • Le da miedo ir al baño solo.

  • Esta entretenido con otra cosa y no quiere dejar su entretenimiento para ir al baño,

La resistencia a enfrentarse a la taza del wáter, suele comenzar por alguna de estas razones, y luego da paso a una rotunda oposición. Esto ocurre porque tras sucesivas resistencias suele generarse estreñimiento, tensión familiar y con ello dolor a la hora de defecar, por ello puede llegar a convertirse en una situación adversa, e incluso algo traumática para el niño/a.

En Bebés y más hemos hablado en diversas ocasiones del control de esfínteres en los niños, y solemos explicarlo siempre en verano porque suele ser la época en que muchos niños dejan el pañal.

Bien, no es del todo cierto que los niños dejen el pañal. Más bien son los padres quienes se lo quitan, normalmente por una cuestión de comodidad (para ellos y para nosotros) y de urgencia del sistema (pues al colegio no pueden llevar pañal).

Para todos aquellos padres que estéis en ello, o que os estéis pensando si hacerlo o no, hoy os ofrecemos algunos consejos para ayudar a los niños a controlar los esfínteres y dejar el pañal:

  • Aprovechad el verano para dejarles desnudos

  • Olvidad los premios → Olvidad los premios y los castigos. El pipí y la caca se hacen el orinal o en el retrete porque se hace ahí. No tiene más misterio. El pañal lo usamos mientras no eres capaz, pero si ya eres capaz de hacerlo, tienes que hacerlo ahí.

  • Explicadles de qué va todo esto → Obviamente, hay que hablar de los cambios, de qué sucede a partir de esos cambios y de qué esperamos de ellos. Explicar qué es el pipí, qué es la caca, cuando la hagan por el suelo llamarlo por su nombre (evitad, por cierto, llamar caca a cosas que no lo son), decirles que si lo hacen en el suelo manchan, y hay que limpiarlo, y que no pasa nada, porque nosotros lo limpiamos, pero que pueden hacerlo en el retrete o el orinal para que así sea más fácil. Que a la próxima nos pueden avisar antes de hacerlo y así les llevamos a que lo hagan ahí.

  • Crear un ambiente preparado en el baño.

  • Es desaconsejado quitar el pañal en unos momentos del día y ponerlo en otros, el niño no lo comprenderá y le resultará más difícil realizar el control de esfínteres.

  • Si fracasa y se orina encima, no le des importancia. Deja que pase unos instantes para que se sienta incómodo y se dé cuenta que la próxima vez debe avisar.

  • No ridiculices al niño si no lo consigue, es un aprendizaje que requiere una gran dificultad.

  • Debemos de acompañarlo en todo momento cuando quieran ir al baño para que se sientas acompañados y además debemos de crear un clima de confianza entre el niño y el baño.

Más información aquí.

4 - 5 AÑOS. ¿QUÉ PASA SI MI HIJO/A NO SE LAVA LOS DIENTES?

Los niños y niñas de 4 - 5, deben de ir adquiriendo este hábito.

Este hábito es muy importante adquirirlo para mantener un buena higiene bucal además de prevenir muchas enfermedades bucales. Para prevenir caries que es lo que más ligero comienza a aparecer en los niños y niñas de estas edades, pero también hay muchísimas enfermedades bucales por no haber mantenido una buena higiene bucal, como puede ser enfermedades en las encías, caída de dientes, piorrea que aunque son enfermedades que salen con el paso de los años, es decir, cuando podemos ser adolescentes o adultos salen y es debido a que no han tenido una buena higiene bucal y esto es debido a que los niños y niñas con esta edad no adquirieron este hábito, y cuando son más mayores y han adquirido este hábito mal o no lo han adquirido es muy difícil cambiarlo de mayor.

Por eso es tan importante centrarnos en enseñar los hábitos correctamente. Debemos de enseñarle estos hábitos detrás de unas actividades que para ellos sean atractiva y llamativas, para que les sean divertido este momento y de camino vamos inculcándole este hábito. Lo debemos de llevar a cabo después de cada comida desayuno, almuerzo, merienda(recomendable) y cena, al menos durante 2 -3 minutos y unos movimientos que lleguemos a todas las zonas de la boca. Se lo debemos de ir enseñando con actividades atractivas, llamativas y divertidas, dado que tiene 4 - 5 años y lo pueden coger con una actividad pesada, entonces para llevarla acabo nosotros los mayores también la podemos llevar a cabo con ellos para que nos imiten, antes de comenzar una canción divertida, sencilla para que ellos/as la puedan cantar, un cepillo de dientes para cada uno que hayan elegidos ellos mismos para que así le guste aún más realizar esta actividad y sobre todo que se lleve a cabo siempre de la misma forma y a la misma hora, para que ellos/as lo vayan adquiriendo como hábito y de una forma correcta.

Muy importante que la familia en casa lo practique de la misma forma es decir, después de cada comida, a la misma hora, una actividad divertida para motivarlos, que os vean que ustedes también realizáis este hábito, que elijan su cepillo de dientes y su pasta siempre adecuado para su edad, deja que lo realice solo/a, y ¡listo para a llevarla a cabo en casa!.

Es muy importante que adquieran este hábito, porque es una prevención de muchas enfermedades bucales y además de que mantengan una buena higiene bucal. Y es mucho mejor adquirirle el hábito de pequeños que de grande porque de grande ya cuesta mucho trabajo cambiar un hábito.

Si un niño/a no adquiere este hábito correctamente o le cuesta más trabajo, pues realizamos otros tipos de actividades que les sean más llamativas, atractivas, divertidas para que lo motivemos hasta conseguir que adquieran este hábito tan importante.

5-6 AÑOS. VAMOS AL BAÑO SOLOS EN LA NOCHE.

En esta edad los niños y niñas comienza ha adquirir este hábito.

No todos los niños y niñas obtienen este hábito de la misa forma, ni al mismo tiempo, por lo tanto debemos de tener constancia y paciencia, porque es un cambio grande que los niños y niñas van a experimentar.

Las mamas y los papas deben de fomentar este hábito de forma positiva a los niños y niñas. Haciéndole que sea más fácil el ir al baño solos y solas cuando lo necesiten en la noche. Diciéndole y haciéndole ver que se tienen que levantar, van a ver una luz encendida, que será flojita para que no moleste en la noche y en el descanso. Este hábito hay que reforzarlo todos los días de la misma forma y a la misma hora antes de irnos a la cama, hasta que adquieran este hábito.

Observándolo que lo consiguen los papas y las mamas y si alguna noche porque se puede dar que el niño o la niña vaya a la habitación de los padres, debemos de tener paciencia y no enfadarse si no volvérselo a explicar, hasta que consiga adquirir este hábito.

DESCANSO


0 - 1 AÑO. ¿ QUÉ PASA SI MI BEBE TARDA MUCHO EN DORMIRSE?

Para que los bebes, los niños y niñas sepan cuando es la hora de dormir le debemos crear un hábito. Es decir, tenemos que llevarlos a dormir a la misma hora todos los días, para que vayan adquiriendo ese hábito de cuando es la hora de irnos a dormir y que se duerman al poco tiempo de ponerlo en la cuna o en la cama.

No debemos de hacerles a los bebes, niños y niñas actividades o juegos que los pongan inquietos, nerviosos, alterados a la hora de dormir. Deben de hacerle actividades adecuadas para la hora de dormir, como leerles un cuento en voz bajita y tranquila, o una canción que relajen ese momento de conciliar el sueño y que los bebes, niños y niñas tenga ese momento de relajación, tranquilidad y paz para conciliar el sueño rápido una vez en la cuna o en la cama.

Si un bebe, niño o niña, tarda mucho en dormirse puede deberse a que este demasiado agitado o nervioso, por eso debemos de adquirirle el hábito correctamente, llevarlo a cabo igual todos los días, irse a dormir temprano y relajados y le podemos crear ese hábito de forma positiva para ellos con la participación de la familia para que su hora de dormir, de descansar sea placentera y muy beneficiosa además de crear un vínculo de afectividad con la familia, llevarla acabo con alguna actividad relajada, como he nombrado anteriormente un cuento, una canción, una historia breve o el simple hecho de darle una buenas noches que ellos se sientan cómodos y seguro como acompañarlo a su cama o cuna, darle un beso, taparlo y que ellos nos vean a su lado unos minutos antes de la hora de dormir.

Si un bebe, niño y niña no ha adquirido aún correctamente el hábito, no es preocupante, lo único que tenemos es que tener paciencia y llevar acabo todos los días la misma actividad, de irse a dormir temprano, a la misma hora, una actividad que los relajen, estén tranquilo y tenga paz para poder dormir rápido una vez en la cuna o cama e incluso darle algún objeto(peluche...) con el que sienta apego y seguridad. Para obtener un descanso correcto, con el fin de adquirir el hábito. 

1-2 AÑOS ¿QUÉ PASA SI MI HIJO/A NO DUERME TODA LA NOCHE?

Rabietas y llantos por no querer ir a dormir: conforme avanza el día aumenta la tensión.

  • Jugar con aparatos electrónicos y videoconsolas o ver la televisión hasta altas horas de la noche.

  • No querer dormir solos.

  • Necesitar dormir con la luz encendida.

  • Dormir durante tiempos muy prolongados en el día y dormir siestas demasiado largas.

La realidad es que estas conductas son factores causantes de malestar, cansancio, ansiedad, alteración de las rutinas, bajo rendimiento escolar o influencia negativa sobre el funcionamiento familiar.

2-3 AÑOS ¿QUÉ PASA SI MI HIJO NO QUIERE IRSE A LA CAMA?

Ese período que tienen que pasar solos y a oscuras resulta cuanto menos inquietante. Por eso, utilizarán cualquier estrategia a su alcance para evitarlo. Los especialistas aconsejan estar pendientes del niño de forma especial cuando llega el momento de coger el sueño: acompañarle a la cama, charlar un rato con él en su habitación y estar presentes, con la luz encendida, hasta que concilie el sueño. De esa forma se encontrará más seguro y protegido.

  • Quiere seguir jugando: No desea perder el tiempo en la cama ahora que ha descubierto que tiene un mundo fascinante para disfrutar. Y dormido, eso resulta imposible.

  • Está castigando a los padres: Algunos niños deciden 'castigar' de alguna forma a sus padres evitando ir a la cama cuando sufren alteraciones del apego, es decir, del vínculo afectivo que se establece entre la madre o el padre y el pequeño.

  • Está demasiado consentido: No querer irse a la cama también puede deberse a la ausencia de límites. Un niño al que se le permita hace todo lo que quiere y cuando quiere, no entiende porqué ha de acostarse cuando sus padres lo digan. Esta causa es menos frecuente, pero posible.

3-4 AÑOS ¿QUÉ PASA SI MI HIJO/A NO TIENE EL HÁBITO DE DORMIR SÓLO Y VOLUNTARIAMENTE?

Que los niños y niñas no quieran dormir sólo es algo que pasa habitualmente y para nada raro entre los menores, pero tiene algunas consecuencias para el desarrollo de los pequeños.

  • El menor puede acabar siendo tan dependiente que no pueda pasar una noche fuera de casa.

  • El niño se puede sentir confuso acerca de su rol en la casa, su tendencia sexual e, incluso, las relaciones que mantiene con sus padres. Pero con el tiempo, acabará teniendo un trastorno más importante.

  • De forma poco saludable, los padres se verán abocados a una situación con poca intimidad lo cual acaba por deteriorar la relación.

  • Un sueño inadecuado compromete la segregación de cortisol o melatonina en los niños y niñas así como afecta a la hormona del crecimiento lo cual puede producir alteraciones en el desarrollo del crecimiento .

  • Los ronquidos, ruidos, movimientos por compartir una misma cama, favorece a la aparición de trastornos del sueño como insomnio, parasomnias, etc... causadas por estas perturbaciones.

  • Si los menores son miedosos, dormir en la misma cama que su familia, alivia temporalmente el miedo durante la noche pero les complica enfrentarse a la situación temida.

  • Dormir con la familia también puede tener efectos negativos en la seguridad, autoestima, afectividad o carácter.

  • Algunos remedios para que el niño o niña duerma sólo son:

      • Es hora de dormir. Las rutinas se aprenden mejor si las "separamos" unas de otras, de forma que después de cenar vamos a retirar todos los elementos que tengan que ver con la comida o el ocio. Por el contrario, se asociará a una luz más tenue, a una menor actividad y contacto físico o presencia de otras personas, a una cama y su almohada, etc.

      • Ritual para ir a dormir. Debemos elegir una misma secuencia o "ritual" a seguir todas las noches, la cual puede incluir un beso y desearles buenas noches, o algo similar que sea breve y esté siempre a nuestra disposición.

      • Elogia al niño/a cada mañana que se despierte en su cama y haya dormido solo, aunque haya tardado en dormirse y haya hecho peticiones.

      • No muestres enfado ante su insistencia y peticiones durante todo el proceso y hasta que se quede dormido/a, o aprenderá qué hacer para "sacarte de tus casillas" y hacer más probable que cedas y duermas con él/ella.

      Si cedemos y llevamos a cabo aquello que nos pide, ello tendrá como resultado un incremento de su resistencia, lo que hará más difícil que el aprendizaje se dé en el futuro.

      Finalmente, abandono de las pautas por parte del adulto.


    4-5 AÑOS . ¿QUÉ PASA SI MI HIJO/A NO QUIERE DORMIR FUERA DE CASA?

      Los niños que tienen miedo de dormir fuera de casa probablemente tienen miedo a la oscuridad y a la separación de sus padres. Uno de los principales motivos de este miedo, es por los hábitos tan marcados y arraigados que tienen los pequeños en su casa, por las costumbres que tienen este caso, a la hora de dormir.
      Todo esto depende también de lo acostumbrados que estén a viajar y a variar el lugar donde duermen, con todo lo que ello conlleva. Como por ejemplo, el cambio de la textura del colchón, cambio de cuna o cama, objetos, olores, humedad, etc. Esto sucede desde muy pequeñitos, cuando viajan con los padres.
      Por ello, cuando los niños tienen miedo a dormir fuera, es muy importante observar cómo se comportan cuando están en casa: si tienen que dormir acompañados, con la luz encendida, en la cama de los padres, acompañado siempre con un hermano, etc. Por tanto, no sólo echará de menos a sus padres sino a los otros condicionantes ambientales que les aportan tranquilidad y seguridad.

      Las primeras veces que el niño vaya a dormir fuera es importante que los padres sigan una serie de pasos. En primer lugar, los padres deben explicar y anticipar a sus hijos lo que va a pasar esa noche. Por ejemplo: 'Hoy te vas a quedar a dormir en casa de Juan y estarán allí sus padres y su hermano. Cenareis juntos, jugareis un rato y luego dormirás con él en su habitación, en la cama de al lado. Y mañana por la mañana, mamá irá a buscarte'.
      Después, es aconsejable que los los padres acompañen al niño a la casa del amigo donde se queda a dormir, para que hagan de intermediarios. Y por último es importante ofrecer alternativas al niño para que sepa que no está solo. Por ejemplo frases de: 'Si te duele algo, estás malo o tienes algún problema, le dices a la madre de Juan que me llame y hablaré contigo.

    5-6 AÑOS. ¿QUÉ PASA SI MI HIJO/A NO QUIERE IRSE A LA CAMA?

      Es muy frecuente que el niño retrase el momento de irse a la cama y para ello se vale de cualquier excusa: quiere pintar, jugar, etc. Por fin, cuando consigue estar metido en la cama se levanta con mil pretextos: quiere hacer pis, pide agua, pide otro beso, otro cuento, etc.

      Por eso es importante seguir una serie de normas:

      • Establecer un horario estable, acostarlo siempre a la misma hora.

      • No esperar a que el niño se agote para llevarlo a dormir.

      • No dejar que se quede dormido en el salón y acostarlo.

      • Establecer una "cadena de sucesos" o rutinas que preceden sistemáticamente al hecho de irse a la cama: baño, cena, beso de buenas noches al resto de familia, cuento, caricias, beso, etc.

      • Explicar con claridad que a una hora determinada tiene que irse a la cama y permanecer en ella, aunque grite, llore o tenga rabietas.

      • Debéis actuar todas las personas que le cuidan y educan de la misma manera: si cedéis un día tendréis que recuperar al menos veinte.

      • Llegar a acuerdos cuando sea necesario: dejar la puerta de la habitación abierta, la luz encendida del pasillo, lucecita pequeña en la habitación...

      • Observar si duerme demasiadas horas.

      • Hacer que el momento de irse a la cama resulte especialmente agradable.

      • Dedicar al cuento y a la despedida siempre el mismo tiempo, así evitaremos que fuercen ese tiempo pidiéndonos otro cuento, pidiéndonos hablar de algún tema... 

    © 2018 INFANCIA FELIZ. P° de la Castellana 79, Madrid, 28046
    Creado con Webnode
    ¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar